Apr 10, 2022
Definimos a la energía solar como toda aquella que se produce a consecuencia de la luz que emite el sol (energía fotovoltaica) o de su calor (energía termosolar o térmica) y que es capturada mediante paneles y espejos. De esta forma y gracias a la energía solar podemos producir para nuestro autoconsumo, tanto electricidad como calor.
La energía solar es una energía renovable, ya que usa un recurso inagotable que se regenera de forma natural, el sol, el cual estará disponible como fuente de energía unos 7000 millones de años más.
Además, es una energía limpia, ya que para producirla no hay que quemar combustibles fósiles que emiten gases de efecto invernadero a la atmósfera. La energía limpia es aquella que durante su producción no emite elementos nocivos a la atmósfera o contamina menos en comparación con otras energías.
Veamos a continuación los diferentes tipos de energías solares que existen así como los beneficios que nos proporcionan.
La energía solar se divide en diferentes tipos en función de su origen y de su procesamiento:
Energía solar térmica. Utiliza la energía del sol para producir calor, el cual se transforma en energía mecánica y a partir de ésta en agua caliente y calefacción. Este tipo de instalaciones están formadas por colectores o captadores solares que se colocan sobre los tejados y capturan la radiación solar convirtiéndola en calor. Los colectores solares térmicos usan paneles o espejos para absorber y concentrar el calor solar, transferirlo a un fluido y conducirlo por tuberías para su aprovechamiento en inmuebles o también para la producción de electricidad (solar termoeléctrica).
Energía solar fotovoltaica. A partir de la radiación solar recibida sobre paneles solares fotovoltaicos, compuestos por células de silicio, se transforma la luz y el calor del sol en electricidad. Las células solares fotovoltaicas convierten la luz del sol de forma directa en electricidad por el llamado efecto fotoeléctrico, mediante el cual determinados materiales son capaces de absorber fotones (partículas lumínicas) y liberar electrones, generando una corriente eléctrica.
Energía solar pasiva. No es captada ni tratada mediante ningún mecanismo ni tecnología, sino que se consigue gracias a la arquitectura bioclimática, compuesta por inmuebles que mediante la utilización de diferentes materiales y orientaciones, usan la energía solar captada durante el día para mantener cálida la vivienda durante la noche, consiguiendo una climatización perfecta a cualquier hora.
La energía solar es, en la actualidad, una de las energías más sencillas de producir a nivel mundial. Pero no solo ofrece este beneficio, veamos a continuación algunos de los más relevantes:
Como hemos visto, la energía solar fotovoltaica transforma la radiación que transmite el sol en energía eléctrica. Esto se lleva a cabo gracias a las propiedades de los materiales de los que está formada una placa solar mediante las células fotovoltaicas que contiene (habitualmente silicio). Cuando la luz solar incide en una de las caras de la célula solar es capaz de generar corriente eléctrica.
La principal forma de aprovechamiento de una instalación fotovoltaica es la producción de electricidad a partir de la radiación solar. Esto se puede llevar a cabo tanto a gran escala como a pequeña para el autoconsumo residencial. Por lo tanto, podemos diferenciar dos tipos de instalaciones fotovoltaicas en función de la forma en la que se aproveche la energía solar: